La noche del 6 de abril Andrés Calamaro cantó para México en el “Pepsi Center” presentando sus mejores éxitos.

Por Daniel Guerrero

Desde que el arte le ganó el espacio a la pandemia, cada concierto, festival o evento, me mantengo a la expectante por la calidad de artista que veremos en escena. Uno decadente y acabado por la Pandemia, aburrido y con ganas de huir de nuevo a su cueva, o a un emocionado superviviente, ganoso de tomar lo que la vida le arrebató sin avisar por dos años consecutivos, tal vez más.

El comenzó a las 20:33 un show que estabamos esperando desde hace meses inició con la canción “Bohemio” con la cual prendió al público, y aún más siguiendo con la canción de “Hong Kong”, momento idóneo para cantar “cuando no estás” y así todo el Pepsi Center se estremeciera ante él y coreando “Salmón, Salmón, Salmón”.

Calamaro con las manos en el corazón y en un efimerito silencio le agradeció al público, y así el show siguiera con canciones seguidas como “A los ojos”, “Socio de la soledad”, “Tantas Veces”, “Gaviotas” y para explotar la euforia del público, siguió con “Mi enfermedad” para que así al ritmo de las guitarras y piano, todos corearan la icónica canción de Andrés, ante esto, el argentino agradecido dijo las palabras, Bendito México, venir aquí es como llegar al cielo”.

Es bien sabido que al artista le encanta el futbol, y no podía dejar de lado la canción de “Maradona” y con las pantallas plasmadas del astro argentino que en paz descanse; para así terminar y soltar el chiste, “Nos tocó juntos en el mundial, vamos a patear culos árabes y polacos”

Continúo con los temas “Crímenes perfectos”, y cada canción que interpretaba Calamaro, era muestra de lo mucho que lo quiere el público mexicano, pues coreaban con tal magnitud que hasta él, agradeció y reitero su gusto por este país; “Si muero agradezco haber vuelto a tocar en México”, para después reconocer a todos los interpretes con los que ha colaborado como lo son C-tangana, Mon Laferte, Saúl Hernández, entre otros.

Por otra parte, el argentino hizo saber su postura sobre la tauromaquia, lo que, para él, era erróneo quitar las corridas en un país con mucha tradición como lo es México.